agradezco la luz que permite
tu luz en la expresión del día,
tan natural mi inclinación a verte
en el dorado y azul
de pétalos y flores que anuncian ya
la primavera próxima;
me gusta tu presencia
en el continuo transitar
de espacios y estaciones,
siempre brillante espíritu:
luz en su fuente y expresión;
me gusta repasar cuidadosa
tus facciones con mis ojos
y con mi tacto constatar
tu tacto en mí,
creando entre tus manos
mi forma y apariencia;
me gustan tus palabras
y los silencios que las tejen
y los sonidos que te entiendo
sin que tus labios muevan
sus líneas melodiosas;
me gusta sentir a tu corazón hablar:
te sé cercano y noto su viaje pausado
por espacios de sueños y memorias
creándose en las nuestras;
me gustan tus mensajes:
aquellos que me envías con tus manos,
aquellos que me dices con tus labios;
todos me hablan de ti y de mí
por los caminos dulces de la vida;
me gusta la alegría y tu dulzura que llegan
y atraviesan nuestros seres
y vuelan transformando nuestros miedos
y dejan en nosotros sus exquisitas formas.