La libertad y los riesgos: autoeducación

Algunas veces arriesgamos algo nuestro, que resulta ser muy íntimo, sin saberlo más que a medias –según acostumbramos a decirnos más adelante, no porque no lo supiéramos, sino porque preferimos no pensarlo, aunque lo temamos– y, cuando eso que hemos de alguna manera barruntado, sucede, nos lamentamos y rasgamos nuestras vestiduras, como si jamás se nos hubiera pasado por la imaginación ese riesgo y, en contradicción constante, decimos que, en realidad, nosotros no queríamos o temíamos llevar a cabo dicho acto, pero que nos convencieron los otros, que sí,  que ellos lo tenían más claro.


Nada es verdad ni es mentira: son momentos, enfoques, vivencias, así vamos aprendiendo qué arriesgamos y deseamos de verdad en mayor proporción en nuestra vida y aprendemos a valorar la prudencia, por ejemplo, u otras virtudes.


Veía el lamento de alguien por haber  sido juzgado y calificado de algo que en realidad no era y, compadeciendo su situación, me preguntaba: ¿ por qué ese deseo de confundir al otro o de jugar a ser lo que no se es si en realidad no se quiere ser? ¿qué atractivo tiene llevar a cabo actos que responderían a una conducta tipificada como propia de alguien que ha perdido algo que nosotros no deseamos perder ni en parte? Y, sin embargo....


Uno que bebe y se emborracha puede ser calificado en ese momento de borracho, aunque habitualmente no lo sea, pero en ese momento está jugando ese papel, está interpretando ese riesgo. Sí, hay actos que deberíamos meditar antes de ponernos manos a la obra, sobre todo cuando son muy temerarios para nuestra propia consideración personal.  Nadie se molestará si, medio en broma medio en serio, a una persona que ha cocinado un buen plato le llaman cocinero; pero hay otras profesiones que no tienen una valoración  social ni personal tan positiva y, parecen tentar siempre, como el filo de una navaja...


El equilibrio entre libertad y respeto tiene gran importancia en la vida individual y colectiva –pensaba dialogando con las imágenes y gestos que mi memoria próxima traía entre las horas de esta tarde.


Isabel 22-12-11

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