A ti, en Brick Lane

Hablarte, cantar contigo,
guardar silencio,
saberte cerca y lejos
simultáneo y sucesivo:
bosque y playa, mar y campo …
En el instante en que te sé,
te vivo y me sonrío.
Me río al recordarte en todo:
ser uno y ser distinto.
Los árboles se elevan, 
gigantes generosos,
libres por vocación;
por servicio, cautivos.
Tu silueta a mi lado,
manos entrelazadas,
sonriendo a la tarde
en este mundo extraño,
cruzándose miradas,
saludos que se pierden,
olvidos tras recuerdos,
encuentros, desatinos.
De gustos exquisitos,
de disgustos dispares,
aromas, confusiones …
caos en el que tú 
eres cosmos y paz.
Te imagino abrazando,
rodeando mi cuerpo
de música y cariño.
Agudas las sirenas
rasgan tu melodía
abriendo con su cuerpo
de bisturí preciso
el aire y el asfalto,
el grito en las entrañas.
… Y de nuevo, las voces,
las pisadas que avanzan,
los ruidos se acrecientan,
los idiomas se cruzan,
los cuerpos se distraen 
y buscan un momento
de libertad y ocio.
Las siluetas pasean
sus estilos distintos.

Isabel, 8-08-10



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