Te amo–musita el aire–,
y todo se anima y confabula para amarte en su verdad y modo:
las hojas de los árboles danzan
y amplifican el canto del aire,
sus cuerpos aletean,
como diafragmas de luz vibrantes.
Te amo –dice el silencio mientras duermes–,
y todo es paz, profunda calma
que alegre y diligente protege tu sueño delicado.
Te amo y todo apoya en mí el amor que siento:
mi ser se expande y renace al expresar
la infinita belleza que revelas
y el amor que siembras a tu paso.
Cada voz irradia la conciencia de su amor:
caricias de la brisa,
dulces alientos que inspiras sin pensarlo.
Te amo en el aire, en el silencio…
canta mi corazón.
Isabel, 20-07-2015