Miradas y tiempos



Caminé por los  ojos de los otros:
descubrí nuevas sendas,
espacios de luz, brillantes promesas,
confusión, aturdimiento,  miedos;
comprendí la emoción
en los labios del viento
mientras temblaba  en ráfagas
de inquietud,
abrazando  la rutina
arrastrada  por su sonrisa,
abierta como grieta en el tiempo.

Me fundí en el abrazo
de las aguas cuajadas de estrellas;
amé los arroyos secos
de la desesperanza y del temor;
abrí con los míos la amistad del encuentro
en los que guardaban la noche.

Aprendí que la noche es tan clara
como el día y habla al corazón
desde el gran silencio.

Navegué por caminos
de incógnitas y nubes
y sentí sus mejillas
cruzadas por  surcos
de intemperies y lluvias.

Admiré la belleza
de la mirada franca.

Disfruté la experiencia
de unidad en lo diverso.

Hoy deseo que mis ojos
sean tu hogar risueño,
tu juego, tu brisa suave,
para que nunca sufras
de esa melancolía
que endurece la vida
y elimina el deseo.
Deseo que en mis ojos
encuentres la verdad
de una amistad profunda,
ligera como el viento,
en donde la palabra,
la música, el silencio
encuentren su razón,
alegría  y sustento,
un canto a la belleza
y al gozo de vivir.


21-10-09 Isabel


No hay comentarios:

Publicar un comentario