Despertar contigo


Era de plata y luz el horizonte
y se acercaba a mí como diciéndome
“el fin es nacimiento”.
Quise caminar contigo y quedarme a contemplarlo
en tus ojos, brillantes horizontes
que viajan por el aire entre silencio y música,
y arribé a este presente que nos mira y sonríe,
y esta mañana, a tu lado y contigo, 
le pregunto a la línea que separa nuestro cielo del mar
por el amor del aire que nos brinda su beso
para crear con él nuestra propia fusión,
por el sentir del aire al unirse a nosotros,
a nuestras bocas juntas, fundidas en el beso
de un amor siempre nuevo,
en ese renacer constante y silencioso
de la vida en sus formas...
Y el aire se sonríe y su amistad es plena forma en sí,
es su respeto libre.
La luz en este azul que nos permite el tiempo
sirve para soñarse fuera y dentro de lo eterno y sin límite,
siempre busca entregar su aliento y plenitud.
“Son tus ojos tan dulces...” te repito en silencio.

Isabel

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