Lenta y pausada
la flor va expresándose:
pétalos, como notas
desgranándose en el piano del aire,
son sus cromatismos;
abre los ojos y contempla
no sabe qué…
Todo es luz y formas.
Nace y todo el alrededor
la invita a ser:
asciende y se abre
impulsada por el deseo
creador del misterio sagrado;
recorre con sus pasos
ciclos,
dibujando en los aromas
su encendida noche
en formas, colores, argumentos…
Cierra un día sus ojos para mirar el sueño
y un nuevo misterio se abre tras el velo.
Isabel
Querida Isabel,
ResponderEliminarEs un poema extraordinario. Has plasmado de forma muy bella la extrema complejidad de lo sencillo.
Me encanta leerte!
Un fuerte abrazo,
Inés