Sucede que…


algunos días noto tu vuelo grácil 
entre los pliegues de los hechos,
en los instantes de mi vida.
Juntos, voluntad y deseo,
horizonte y mirada.
Todo es ligero y delicado,
alegre la risa se filtra en el aire de las horas,
siento tu inspiración guiándome en cualquier gesto
mientras recorro espacios 
ajenos a mi sentir y al tuyo entre las gentes.
Te sé tan próximo y cercano,
como la flor se sabe inseparable 
del tallo que la adora y agradece.

Otros días, las voces y silencios te alejan, 
te llevan a otras partes. 
Nunca sé con certeza qué te alejó de mí.
La confusión me habita
como una sombra intrusa
y ocupa, caprichosa, las horas de un presente.
Entonces ... mi piel recuerda, se sabe en tu mirada;
siento tu tacto en mí y olvido mis temores.
Nuestra alegría, sentir tu presencia, 
el rostro de las flores ...
Camino junto a ti viviendo nuestros sueños,
contemplando la vida,
los cambios y paisajes de días y estaciones.
Todo me lleva a ti.

Isabel, 4-07-11


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