Te sé cercano aquí en el ahora,
en la oquedad nutriendo mi nostalgia
en tu presente ausencia.
Te sé y te siento en mí,
llena de ti y de tu presencia viva.
Te canto en el espacio que me alberga y me rodea,
en la intimidad de mi ser y mi conciencia,
en el sentir de mis sentidos que me apoyan.
Te sé en la voz de los sonidos que me abrazan y me envuelven,
en las caricias que penetran más allá de sí mismas,
en el latido y en el ritmo de los minutos de la vida,
en el alegre y constante viaje de mi sangre
agradecida por sentirme viva.
Te sé y te canto en tu belleza siempre íntegra,
resplandeciente en su virtud callada,
vibrando en silencio en tu sonrisa.
Te sé en la armonía de la formas,
en la noche y en sus huellas en el tiempo,
en el silencio y en la luz…
Te sé viviendo…
Canta mi corazón tu presencia,
tu brillantez sencilla y elegida
acrecentando el resplandor
ahora que tu presencia ausente
está conmigo aquí… tan viva!
Isabel, 23-02-2013