La tarde viaja, pausado el paso.
El sol colorea el espejismo de otro sol
sumergido en lejanas aguas.
La luz es esa poderosa mano
creando siempre vida.
El amor camina sin pausa por mi ser
y por los otros, construyendo su luz
en cambiantes y caprichosas formas.
2-8-09 Isabel
Afluentes del silencio
Camino por los ríos oscuros
de los tiempos;
encuentro algunas veces
perfumes de risa y alegría;
conozco el mar y su sabor en mí;
momentos de éxtasis abren
mi corazón a nuevos cielos;
viaja la luna llena por el aire
y descubro el asombro todavía
mientras contemplo su estudiado ritmo;
mis pasos se mueven
como humildes afluentes del silencio;
el horizonte
se adelgaza incierto
y,sin embargo, mis ojos
aman más hoy que ayer
las formas de la luz en sus instantes.
6-06-09 Isabel
de los tiempos;
encuentro algunas veces
perfumes de risa y alegría;
conozco el mar y su sabor en mí;
momentos de éxtasis abren
mi corazón a nuevos cielos;
viaja la luna llena por el aire
y descubro el asombro todavía
mientras contemplo su estudiado ritmo;
mis pasos se mueven
como humildes afluentes del silencio;
el horizonte
se adelgaza incierto
y,sin embargo, mis ojos
aman más hoy que ayer
las formas de la luz en sus instantes.
6-06-09 Isabel
Pensamientos
Miradas
Mirábamos…
y la mirada se fundía en los otros.
Imaginaba entonces sus razones
que en silencio actuaban
sobre nosotros.
.................
El tacto y el observador
Los dedos se mueven. Los ojos –testigos interesados–, los ven… quietos, encogidos, erguidos, doblados.
Manipulan formas desde su propia forma, las corrigen, las transforman, las crean.
Los dedos son instrumentos al servicio de la imaginación, de la idea.
Unidos a sus palmas, almohadillados en su comienzo, protegidos, acogen, acarician, asiendo y soltando.
Los dedos, desde su ser, perciben el dinamismo de la vida.
Los ojos, desde su atalaya, contemplan la evolución de las formas hasta su total destrucción para empezar de nuevo.
....................
Calidez
El amor que se entrega, envuelve al ser amado, como un manto; lo protege de su vulnerabilidad, le abre camino a la esperanza, le ofrece optimismo hacia su propia consideración. Es un dulcísimo regalo que consuela de la muerte como experimentación, pues la aleja. El amor es nuestro principal cobijo.
.................
Homenaje al suelo
Huellas invisibles mortifican, horadan el cuerpo de una generosidad
sin gratitud.
Los cuerpos saltan, caminan, se apoyan en sus constantes cambios.
La breve forma que desprende su materia, de paso lento, inexorable, vuela como alada pluma hacia el espacio para reconstruirse.
7-07-09 Isabel
Mirábamos…
y la mirada se fundía en los otros.
Imaginaba entonces sus razones
que en silencio actuaban
sobre nosotros.
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El tacto y el observador
Los dedos se mueven. Los ojos –testigos interesados–, los ven… quietos, encogidos, erguidos, doblados.
Manipulan formas desde su propia forma, las corrigen, las transforman, las crean.
Los dedos son instrumentos al servicio de la imaginación, de la idea.
Unidos a sus palmas, almohadillados en su comienzo, protegidos, acogen, acarician, asiendo y soltando.
Los dedos, desde su ser, perciben el dinamismo de la vida.
Los ojos, desde su atalaya, contemplan la evolución de las formas hasta su total destrucción para empezar de nuevo.
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Calidez
El amor que se entrega, envuelve al ser amado, como un manto; lo protege de su vulnerabilidad, le abre camino a la esperanza, le ofrece optimismo hacia su propia consideración. Es un dulcísimo regalo que consuela de la muerte como experimentación, pues la aleja. El amor es nuestro principal cobijo.
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Homenaje al suelo
Huellas invisibles mortifican, horadan el cuerpo de una generosidad
sin gratitud.
Los cuerpos saltan, caminan, se apoyan en sus constantes cambios.
La breve forma que desprende su materia, de paso lento, inexorable, vuela como alada pluma hacia el espacio para reconstruirse.
7-07-09 Isabel
Viaje del tiempo
Contemplaba el mar
y entre sus olas vi a la noche ascender
hasta los ojos que la presenciaban.
Imaginé su camino..., paciente,
quietud de la espera adueñándose,
penetrando su sombra la materia.
Distinguí huellas, pasos desgastados,
memorias de caminos,
como figuras viajeras de tiempo,
con él hasta el olvido de ambos.
Observé las olas: avanzaban solas
y unidas por una voluntad profunda.
Advertí que en su avance
mostraban su oscuridad más intensa
para estallar y ser luz... risa,
exhalación profunda de oscuridad disuelta.
Me pregunté si los besos
son como olas, con fuego y misterio concebidas,
que avanzan desde dentro hasta formar
estrellas de risa y luz,
de una alegría que ya no es materia.
La oscuridad es una luz aplazada.
2011 Isabel
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