Paseando por Fulham Palace

Sabiéndote, sintiendo esa fusión
y el rostro de la vida apaciguándonos,
viviendo en mi silencio tu presencia,
escucho los latidos de los lirios
y la voz que me susurra entre los árboles
que trazan su camino hacia la luz.
Me llegan las palabras de la vida,
las personas me saludan con los ojos,
con sus gestos me desean "buenos días",
mi boca sonríe y contesta en silencio
a la bondad de sus deseos,
y canta desde dentro la grandeza del instante,
y sé que es la luz, que se filtra
y atraviesa los dardos del dolor,
y restaña y cura las heridas.
Y te siento y te sé en mí y en mis latidos,
caminando conmigo entre los árboles,
respirando la mañana inaugurada
con el brillo del sol y la turgencia joven
que la lluvia dejó posada aquí ayer.
Hoy puedo contemplar esta mañana irrepetible
que se hallará en mí cualquier mañana
cuando mis ojos vean ya otro paisaje
y formará parte de mis recuerdos y vivencias,
como flor de un devenir siempre constante.


Isabel, 10-08-10







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